El modelo que nos ocupa hoy no es de rallyes. Pese a que mi colección está
basada en casi su totalidad en esta disciplina, contiene algunas excepciones.
Me gustan los rallyes ya que me gustan los coches, especialmente los de
competición y por encima de todo, aquellos que guardan “similitud” con sus
versiones de calle. Es decir los carrozados. De entre los que no son de
rallyes, siempre me han resultado bonitos los Turismos del estilo del DTM. La
carrera que crea una homogénea mezcla entre rallyes y circuitos es, en mi
opinión, la Targa Florio. Carrera que se disputaba en la preciosa y fascinante
isla de Sicilia, donde competían coches de circuitos en “algo” que más bien era
un súper tramo de rally. Dar una vuelta al circuito suponía recorrer la
friolera de 72Km. Riete de Nurburgring.
En el Salón de París de 1959 Ferrari presentaba el 250 GT Berlinetta SWB o passo corto, evolución del 250 GT,
diseño de Pininfarina y construido por Scaglietti. Este
precioso modelo se caracterizaba por tener un chasis más corto, menor distancia
entre ejes (2400mm.), mejoras como frenos de disco en las 4 ruedas y un
optimizado motor V12. La producción se inició en 1960 y los 4 primeros modelos
salieron directos para Le Mans a disputar la mítica carrera de resistencia.
El modelo representado aquí no pisó Le Mans hasta 1961. Se presentaron en
el fin de semana de clasificación Fernand Tavano y Jo Schlesser con el chasis
#2701GT. Establecieron el 6º mejor tiempo y fueron los más rápidos en su clase,
pero lamentablemente Schelesser se estrelló rompiéndose un brazo y una pierna.
No consiguieron terminar la dura prueba siciliana ya que el motor dijo
basta. Motor que fue reparado, vendido y reemplazado por uno de un Ferrari
330GT. Fue entonces cuando Anatoly adquirió el coche por 3900 dolares. Desde
entonces ha sufrido diferentes actuaciones y cambios, siempre en Estados
Unidos. A día de hoy sigue rodando!
Su versión a 1:32 me la pasó un colega y la verdad es que tenia trabajo…. Aunque no soy bueno modificando carrocerías, esas salidas de aire tras los pasos de rueda hacían sangrar mis retinas.
Mientras tanto adapte un chasis con la distancia entre ejes correcta y le
fui montando una mecánica básica para que el modelo rodara.
A partir de ahí, imprimar, pintar, lacar colocar las calcas, volver a
lacar, recrear de manera libre el interior, y sudar tinta china para fabricar y
colocar unos “cristales” algo curvos. Simular los escapes dobles de doble salida
y fabricar a mano las matrículas. Llantas multiradios de Ninco y con esto me
doy por satisfecho.