En 2017 los World Rally Cars, nacidos 20 años antes, recibían una modificación reglamentaria que perseguía aumentar la espectacularidad de los coches, manteniendo los costes y la seguridad. Los motores podían pasar de 315Cv a 380Cv gracias a aumentar 3mm el diámetro de la brida que limita el aire que aspira el turbo, aunque manteniendo la presión de soplado en 2,5b. Además el peso mínimo exigido se rebajaba de 1.200 a 1.175kg. Exteriormente los nuevos cambios también se notarían y mucho!
Por un lado se permitía aumentar el ancho total del coche 55mm en más. Y por otro lado, se daba mayor libertad en el apartado aerodinámico. Se permiten voladizos delanteros 60mm mayores, elementos aerodinámicos por delante de las ruedas y el alerón trasero crece 30mm
"Creo que las ideas para el aspecto y el rendimiento del coche de 2017 son una gran noticia", decía por aquel entonces Sébastien Ogier. "Como piloto de carreras, siempre buscas más rendimiento. Creo que el ala más grande y la nueva aerodinámica, le dará al coche un poco más de carga aerodinámica, más agarre y más velocidad en las curvas. Esto también es bueno para el espectáculo, porque la potencia adicional definitivamente hará que la conducción sea más espectacular para los fanáticos. El coche se ve un poco más agresivo con una carrocería más ancha. Tengo muchas ganas de ver la próxima generación del Polo R WRC ".
Lamentablemente, Volkswagen se retiraba del certamen y nadie puedo comprobar el aspecto del Polo. Evidentemente Ogier se quedaba sin asiento y acabó como piloto de Ford, gracias a los esfuerzo de Malcom Wilson, quien puso dinero de su propio bolsillo para hacer posible el fichaje del campeón del mundo.
La puesta le salió redonda y en 2017 Ford, el equipo más modesto, daba con su Fiesta WRC el campeonato del mundo a Ogier (el 6º consecutivo del francés) quien ganó con 2 victorias y 9 podios. Además Ford se adjudicaba el Mundial de Constructores, título que no conseguía desde hacía una década con el Ford Focus RS WRC.
El desarrollo del Fiesta WRC se gestó desde 0 bajo la dirección del ingeniero jefe de M-Sport Chris Williams y en tan solo un año consiguieron materializar el proyecto. Fue el propio Malcom Wilson quien, junto al piloto Martin Prokop realizaban los primeros test en Cumbria, la base del equipo M-Sport. "Después de haberlo pilotado, puedo decir honestamente que es uno de los modelos más impresionantes que jamás hemos fabricado. Es fascinante de conducir, suena fantástico y luce absolutamente sensacional" decía Malcom tras los primeros, de los miles de kilómetros de prueba que se llevaron a cabo. Y el tiempo le dio la razón!
El modelo a escala de esta entrada lo fabrica World Slot Drivers, quienes atienden a través de facebook, pese a que están empezando a tener presencia en tiendas físicas. Desde las Islas Canarias, ofrecen unos kits en resina que son sencillamente excelentes. Parecen inyección de plástico.