Volvemos a tiempos mas modernos. La temporada de 2019 comenzaba con un Montecarlo que ofrecía varias novedades. Loeb regresaba al Montecarlo 4 años después y lo hacía como piloto de Hyundai. Kris Meeke también regresaba al status de piloto oficial abordo del Toyota Yaris (estrenando también a Seb Marshall como nuevo copiloto). Y el otro gran regreso era el de Citroën con su C3 WRC que alineaba como pilotos a Esapeka Lappi, que llegaba desde Toyota para ser el segundo piloto y al campeón vigente, Sebastian Ogier quien abandonaba a Ford, el equipo con el que había ganado sus dos últimos títulos. Sorprendente elección la del francés ya que el coche que debutó en 2017, no fue capaz de ser “domado” ni por Kris Meeke, ni por el mismísimo Loeb, pese a que lo llevó a la victoria en el Catalunya de 2018…
Sin embargo, Ogier sabe lo que es ganar en Montecarlo y lo que és hacerlo con diferentes coches! Estrenó su historial con el C3 WRC consiguiendo su sexta victoria consecutiva en Montecarlo y dando a Citroën si victoria número 100 en el Mundial.
El rally fue una lucha a cuchillo entre Ogier y Neuville, siendo ambos pilotos los que tuvieron los problemas mas “pequeños”. Tanak se hundió en la clasificación el viernes por un problema con una llanta, pese a ello consiguió terminar en el tercer escalón del podio. Elfyn Evans que lideraba a los Ford tras la marcha de Ogier se salió el sábado. Andreas Mikkelsen que se subía al Hyundai en lugar de Sordo tuvo un accidente cuando estaba en posiciones de podio…. Neuville también tuvo una salida que le costó 20 segundos y Ogier sufrió problemas con el acelerador del Citroën entre otros asuntos menores. Al final salieron al ultimo tramo con un ventaja de 0,4s. A favor de Neuville, pero Ogier lo superó, terminando el rally 2,2 segundos por delante del belga.